lunes, 27 de diciembre de 2010

DESEO OLVIDARTE

A mi mente ha venido el deseo de acercarme a las estrellas
visitar el basto universo y olvidarme por un instante de su rostro.
No quiero recordarte más, no quiero desearte más.
Iré fuera de este mundo y mi hogar será en la luna,
en su lado oscuro, donde el sol no me recuerde tu esplendor.
Luego he de mirar  los planetas y constelaciones
que lejanos están, a semejanza de lo lejos que tú estás,
mi esfuerzo será por dejar aquello morir,
aquel deseo inútil,
aquella aspiración irrisoria que un día al mirarte tuve.
El dolor que vino a mi pecho fue creado por tu voz
que un día creí que me llamaba.
Falsa ilusión fue eso, ilusión creada por una mente desconcertada
y deseosa de imitar lo que a su alrededor miraba.
El tiempo avanza tan rápidamente, él es nuestro verdugo.
Nuestro respirar ha de agotarse pronto.
Desearía abrazarte antes de alejarme,
mas no quiero hacerlo y hacer una ilusión venir.
Ilusión que tu calor me daría y que por ella moriría.
El destino que es cruel e inesperado,
el destino, oh destino: Qué has de depararnos?
Me sumergí en un mar de oscuridad e incertidumbre.
Trataré de salir a flote,
nadaré hasta puerto seguro.
Donde junto con el atardecer
pueda ver morir aquella flor llamada esperanza.
Caerá el sol y yaceré sobre la playa
con alegría por que tu memoria se ha ido
y nunca más volveré a buscarte.
En lugar de calor, desearé el frío.
Un frío que congele mi corazón y mi mente.
Con ello anhelo vivir y através de nublados ojos mirar.
Iré al lado oscuro de la luna
donde el sol no me recuerde tu esplendor.
Iré al lado oscuro de la luna,
donde te pueda contemplar lejos.
Iré al lado oscuro de la luna
tan solo te digo adiós, adiós, adiós....

jueves, 9 de diciembre de 2010

ENGAÑOSO ES LO QUE DESEAMOS

He visto gotas de sangre derramarse y el suelo mojar.
He visto un corazón roto con un imposible palpitar.
He sentido la miseria en mis hombros,
he tocado de mi interior los escombros.
El deseo de beber de su sangre
viene en las solitarias noches siempre constante.
Las ruinas de una ciudad deshabitada
llena de nada más que almas destrozadas,
con susurros de terror y llanto.
Cada día es mayor el eco del quebranto.
Deseo de lo imposible
Deseo de lo que no es visible,
deseo de lo que no se alcanzará,
deseo que sólo eso será.
Un viento que el corazón enfría
corre en esta ciudad día con día.
Hoy el recuerdo de lo que vendrá ha vuelto
junto con el deseo de quien toma a los muertos.
Con su voz aguda llama,
y atrapa a quien resbala.
Oh deseo que a nuestro ser acude,
el deseo masoquista de que alguien nos ayude.
A qué ha de ayudarnos?
A cada día más ilusionarnos.
Oh falsedad inventada para engañarnos
oh que irrisorio es a ello aferrarnos.
Esta sangre he visto caer,
y de ella a pesar de todo quiero beber.
Rojo que mi atención atrae
rojo que a mi lado cae.