lunes, 22 de octubre de 2012

ESPERANZA


Esperando por la noche,
esperando por la luna, estoy.
Esperando una lluvia de estrellas y derroches,
hacia el bosque voy.
La oscuridad desciende y cubre la ciudad,
cubre los corazones, cubre los sentimientos.
Esconde la verdad,
hace venir los padecimientos.

Esperando por la noche,
espero su abrazo y su beso.
Deseo que su piel me toque,
deseo calor intenso.
Deseo mi rostro sobre su pecho,
deseo sobre mi pecho su rostro.
Habitar bajo cálido techo,
entregar todo, no entregar poco.

El trueno resuena a lo lejos,
tu voz entona una canción,
canción que pide que me despoje de mis complejos,
que me despoje de mi desilusión.
Sobre el tejado miraré,
contemplaré la montaña.
Al horizonte gritaré y luego lloraré
deseando que no te vayas.

Al sol pediré su calor,
soñaré con tu aroma,
a tus ojos miraré y huirá el temor.
La lluvia por las ventanas del alma se asoma
mas ha de desaparecer,
se ha de secar
con la calidez de tu querer
y la dulzura de tu mirar.

La flor negra que en mi bolsillo se encuentra,
marchita será.
La dureza de corazón que me encierra
y la agonía acabarán.
De interminable pesadilla despertaré,
ya no he de soñar
sino que por fin sonreiré
y mi dormir ha de acabar.

Invierno agónico, agotador,
tormenta sin fin.
Clamor y llanto de dolor.
Desdén hacia nuestro sufrir.
Cabizbajo te busco
y deseo el aroma de tus cabellos.
Un arrebato brusco
siempre me aleja de ellos.

La melodía de estas lágrimas
me atormenta día a día.
Busco por ello esa sonrisa
que haga mi alma reposar en alegría.
Busco ese mirar, ese palpitar
que me haga revivir,
que me haga por el valle gritar
que he encontrado el vivir.

Descalzo camino,
sigo tras esos pasos.
Busco un destino
que me traiga tan ansiado abrazo.
Desnudo camino, bajo esta luz opaca.
Con frío camino, con la niebla sobre mi cabeza y en mi pecho el dolor.
El tiempo culpable de tanta desgracia
será el mismo que apagará contigo mi clamor.