viernes, 18 de abril de 2014

EL REGRESO


Encerrado nuevamente, condenado nuevamente.
He vuelto a caer en las telas de la araña,
en un manicomio donde se pierde mi mente,
donde la razón tan sólo es una ilusión extraña.

Caminaba por la ciudad, sonriendo.
Ahora el sol se ha vuelto a ocultar
y he dejado de escuchar mi corazón latiendo.
He vuelto a llorar.

La neblina ahora cubre los faros,
faros que solían alumbrar mi camino,
he quedado de nuevo sin amparo
y recordé aquel cruel destino.

El frío ha invadido mi alma
ha apagado el fuego del falso vivir,
el bosque vuelve a susurrar que se ha ido la calma
y la luz de la luna también se parece extinguir.

Una voz ha vuelto a llamar.
Sé hacia donde ir,
no sé si podré caminar,
no sé si podré volver a sentir.

Un bello rostro cual reflejo sobre el agua se desvaneció.
Un abrazo apasionado se extinguió.
Aquel beso pesarosamente ya no llenó.
Una lágrima cayó.

Ahora nuevamente mi corazón es devorado,
y así retorno a la habitación llena de soledad
al hogar que no es habitado
y que está rodeado por oscuridad.

Dolor es el vivir nuevamente este pesar
y herir a tan sensible ser.
No ha sido posible mi corazón no apagar
ni la lucha hizo posible de nuevo el querer.

Una batalla se repitió,
una lucha contra el no sentir,
imposible fue y se perdió,
de nuevo se apagó el vivir.

...Perdóname Tú!...Perdóname tú también!

Ahora nuevamente caminaré sobre las espinas
sobre el camino escabroso,
buscando alejarme de las ruinas
y llegar a un soñado lugar de reposo.