El mundo se ha movido.
Un fuerte viento ha soplado y ha movido los cimientos de su corazón.
Un viento gélido que ha viajado desde el confín del mundo.
El sol también, en el distante y vasto universo, parece oscurecerse.
A este bello ser de golpe esto ha azotado.
Su vestidura se rasga y un grito ahogado dibuja una mueca en sus labios.
Aún con dicho dolor, su rostro brilla y se ve hermoso en la noche, en esta noche.
Ecos de risas malévolas le rodean y le martillean sus oídos cruelmente.
Susurran también a sus oídos voces crueles y fantasmagóricas.
Ahora este ser intenta mover sus pies y seguir caminando a través de este paisaje
y se arrastra, al principio, jadeante y con una sed que quema sus labios y su alma.
Sigue con sus ojos como apagados por todo lo que le azota, pero con un brillo único,
un brillo especial e intenso, a pesar de que parecen estar coloreados por un lúgubre gris
Ahora una voz diferente, que parece querer abrazarle y emana cierto calor es la que le grita,
tratando de sobrepasar los ruidos de los susurros, el viento y las voces crueles.
Le dice "Levántate"
Le dice y suena como un susurro, pero ya no como los otros que estremecen de temor:
"Aquí te acompaño y este frío, este sol moribundo, las voces y los espíritus oscuros ya no importan,
ya no les oigas ni les mires"
Sus manos se tocan mientras se deslizan por la sucia tierra del bosque ennegrecido
y su contacto les genera calor.
"Levántate y borra la mueca de dolor de tu rostro, porque es hermoso y dará luz a este podrido mundo"
"Abre los ojos porque resplandecen y harán morir los pesares míos, mientras te sostengo y hago morir los tuyos"
Al final, con cada paso que animadamente dio ella, más sonrió él y más le abrazó.
Con cada abrazo, por fin, el frío iba menguando y el sol parecía sincronizarse con cada uno, también,
para volver a brillar.
"Levántate y sigue caminado, sin mirar atrás, a las ruinas que han quedado, y los sufrimientos que aparecieron"
"Sonríe porque tus labios crean un eco que hace vibrar este bosque y tus ojos, como de dragón, tienen
ese fuego de fuerza poderosa"
Se miraron en un instante que detuvo el avance del tiempo, más estando fuera de tales leyes, fue eterno pero efímero a la vez. El suelo tembló.
"Levántate y sigue caminado porque tu existir llena este bosque y le da vida"
"Levántate, hermoso ser de vestiduras rasgadas y potente voz, que penetra este corazón que quiso salvarte pero que se salvó también por ello"
"Sea tu existir, que es dulce a mi paladar, también lleno de ese sabor que hechiza"
"Levántate, sigue, adelante, caminando, en este bosque, porque tu existencia es una dicha"
