Un obstáculo entre ella y yo.
Una vida dando vueltas en mi cabeza,
los recuerdos del ayer carcomen.
Parece que el precipicio no termina.
Tan sólo sigo cayendo sin parar,
cayendo en este abismo de oscuridad.
Lágrimas conmigo caen,
llueve sin parar.
Abrázame una vez más, mírame.
He soñado que vuelvo hasta donde estás,
pero pronto despierto y observo mientras más lejos vas.
Habría sido mejor no conocerte
y así sufrir el castigo de la soledad,
que conocerte y sentir el inmenso dolor de tu ausencia.
Escucho ecos de palabras en mi habitación,
mas trato de ignorarlas.
Eres tú que me llamas, pero hoy ya estoy cegado
y atrapado en esta prisión.
Abundancia de gente con el dolor que yo siento veo.
Se duelen mas no lo saben.
Por dentro se duelen y no lo pueden notar,
yo escucho ese crujir en sus pechos,
el mismo crujir que aqueja el mío.
Abrázame una vez más.
Dónde debo ir para que lo hagas?
Mírame con esos ojos que me llenan
y me dan esperanza.
Mi ser te extraña, te desea.
El manto que me ha cubierto los ojos no deja ver.
Es frío dentro de estas 4 paredes.
Adiós me dicen mis amigos,
no desean ayudarme a recuperarte.
Adiós, los veo partir.
Ellos alegres se van mientras yo quedo aquí sufriendo.
Abrázame una vez más, como lo hiciste en aquellos días.
Hoy me siento en este monte,
este volcán que pronto estallará.
Desde lo alto veo que te vas
y mi dolor ahora nunca acabará.
No hay comentarios:
Publicar un comentario